Nuestra historia se remonta a tres generaciones de artesanos panaderos, cuando nuestros abuelos inmigrantes españoles llegaron a nuestro pais, e instalaron una panaderia en Rosario.
Uno de sus hijos, nuestro padre, continuó con la tradición, y lo mismo hicimos nosotros.
Asumiendo la transferencia generacional, propia de toda empresa familiar, mi hermano y yo nos hicimos cargo de la empresa con la responsabilidad, la perseverancia y la pasión por lo que hacemos que ellos nos enseñaron.
Pero nuestra inquietud nos llevó a proponernos otros desafios y es así que desde aquella pequeña panadería familiar, fuimos transformando nuestra historia orientándonos a productos más saludables.
En la década del 70, comenzamos elaborando panes, galletas y grisines integrales, que vendiamos en las pocas dietéticas que existían en Rosario. Al poco tiempo adquirimos otra máquina para elaborar galletitas dulces integrales.
En 2007, nos instalamos en la nueva planta donde estamos en la actualidad, y tras adquirir nuevas maquinas y equipos, seguimos desarrollando nuevos productos, abasteciendo al mercado interno.